Esa Soledad de la que huimos es, aunque parezca contradictorio, la que nos librará de una soledad mayor: la soledad en compañía. Y a su vez es la puerta del Amor auténtico. La persona que no soporta su soledad es alguien que no se siente cómodo consigo mismo. Y ahí radica el problema. Si yo no estoy a gusto conmigo mismo, ¿cómo pretendo que otra persona se sienta bien en mi compañía?
La Soledad es un camino de autodescubrimiento, es una oportunidad de oro para encontrar la felicidad interior, esa que algún día compartiremos con el ser amado. Lejos de obsesionarnos con encontrar pareja, necesitamos aprender a valorarnos y amarnos. Repito, si tú no te amas, ¿cómo va a hacerlo alguien?
Necesitamos conocernos, vernos en “el espejo”, pero no para criticarnos y sacarnos defectos, sino para darnos cuenta de todo lo maravilloso que hay en nosotros y que podemos ofrecer. Disfrutar de nuestra propia compañía, halagar nuestras virtudes y encantos, tratarnos como nos gustaría que nos tratara nuestro amado, Regalarnos Momentos De Placer y Felicidad.
Además, te querrás tanto, que nunca tolerarás estar con alguien que no te valore o te trate mal. Cuando estéis en silencio, será hermoso, pues te sentirás cómodo y unido a esa persona. Eso es lo más hermoso que dos personas pueden experimentar, y nadie debe de conformarse con menos.
Cuando te sientas bien en tu soledad ya no tendrás prisa por encontrar pareja. Vivirás el momento y te sentirás feliz mientras llega el Amor.
Mi consejo es: Ámate, disfruta del regalo de la vida y de tu compañía, no busques pareja… pero esté abierto al Amor. Así será Mágico y Único, y no una farsa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tu Comentario, Sugerencia u Opinión ¡Gracias por tu colaboración!