“Antes que esta pesadilla, preferiría cualquier otra enfermedad”, es algo que suele decir una persona con Depresión.
Estas durísimas palabras nos dan una idea de su grado de padecimiento. Intentar comprender cómo se siente una persona con Depresión –esa persona amada, amigo, familiar o compañero-, es el primer paso para poder ayudarle.
Existen varias formas de Depresión, y todas causan mucho Dolor. Nosotros vamos a ponernos en el caso más serio, el de la depresión “mayor” (también llamada “endógena”, porque se le supone causada por una alteración bioquímica del organismo, y no por causas externas como disgustos o malas experiencias).
Es difícil para quien no haya padecido una Depresión entender cómo se siente un deprimido. Y es que, a simple vista, no existe nada que evidencie el sufrimiento de una persona con depresión: no hay heridas, dolores o fiebre. No comprendemos qué le ocurre ni de qué se queja, y pensamos que si intentase dejar de lamentarse y se esforzase un poco, todo eso terminaría.
¡Pero eso no es así! ¡Le es imposible! La persona que sufre una Depresión está enferma y Su Sufrimiento no es comparable con ninguno. Su malestar es terrible e inevitable, tanto… ¡que la mayoría desean la muerte para dejar de vivir ese tormento! Sí, y es que la persona con Depresión ve todo de color “negro”, y es incapaz de albergar esperanzas de curación.
Esa falta de esperanza se traduce en que casi un tercio de los suicidios mundiales los llevan a cabo personas con Depresión.
Aunque al igual que ocurre con casi todo, las personas pueden afrontar esta desgraciada enfermedad de modos diferentes. Pero hay ciertas coincidencias que suelen repetirse. A parte de las ya mencionadas, las personas con Depresión siempre responden que no saben lo que les ocurre si se les pregunta. Sólo saben que sufren.
Es importante destacar que no siempre la persona con Depresión acepta su enfermedad ni lo que siente, y por lo tanto lo expresa de otro modo, lo que lleva a confundir a los que le rodean: ataques de ira hacia los demás, echarles la culpa de todo… O puede asegurar sentir dolores de todo tipo a los que el médico no encuentra explicación ni origen.
Es mucho más que Tristeza, es Desesperación. La persona con depresión se siente incapaz de realizar las tareas más simples y de hacerse cargo de cualquier obligación o desempeño. Todo es negativo para ella, tanto en el presente como cuando recuerda el pasado -considera que todo lo ha hecho mal en la vida-, se echa la culpa de todo y es tremendamente crítica con su vida y con ella misma.
Pierde el interés sobre cosas que antes le encantaba hacer, y que ahora le son indiferentes. En ello influye esa sensación continua de falta de energía y cansancio. Sin olvidar el sentimiento de culpabilidad que le produce ver que los que le rodean sufren al verle así, y que no puede evitar.
Es imprescindible un diagnóstico correcto y recibir ayuda médica en estos casos. Pero el tratamiento farmacológico es tan importante como el calor de los que rodean a la persona con depresión. La comprensión del injusto Infierno que atraviesa, el apoyo de los seres queridos… es insustituible para una pronta y total recuperación.
Yo misma sufrí una Depresión que me mantuvo en ese infierno un año y medio de mi vida. Por eso sé qué siente una persona cuando la miran como si estuviese loca y se hundiese así por voluntad propia, por falta de empeño en mejorar. Es una sensación terrible. Y recuerdo que lo que más me afectaba eran las cosas que me decían los demás… aquellas preguntas… aquellos consejos…
Por eso he elaborado esta serie de artículos... y la mayoría de los que componen VIVIR O SOBREVIVIR. Un abrazo.
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