Mostrando entradas con la etiqueta pensamientos negativos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pensamientos negativos. Mostrar todas las entradas

El Poder De Tus Pensamientos

Al parecer tenemos una media de 60.000 pensamientos al día, aunque eso depende de la persona y del día en cuestión. La verdad es que creo que se quedan cortos. Pero el caso es que la mente humana no para de pensar. Todas las ideas que pasan por nuestra mente se consideran pensamientos, ya sean de naturaleza abstracta, racional, artística, etc…

Para lo que a nosotros nos interesa, clasificaremos los pensamientos en positivos y negativos. El modo en que nos sentimos, cómo nos encontramos, es un indicador de qué clase de pensamientos predominan en nuestra mente. Si por ejemplo estamos deprimidos, confusos, estresados, etc… son negativos en su mayoría.

Y esa es la pescadilla que se muerde la cola. Cuanto mayor sea la cantidad de pensamientos negativos que tengas, peor te sentirás. Y cuanto peor te sientas, mayor número de pensamientos negativos cruzarán por tu cabeza. Del mismo modo ocurre con las emociones positivas y los pensamientos asociados.

Esos 60.000 pensamientos diarios no son simples ideas. Influyen no sólo en tu vida interior, en tus sentimientos y nivel de felicidad, sino que afectan a tu entorno y todo lo que te rodea. No hay más que ver los experimentos que realizó Masaru Emoto para comprender que nuestros pensamientos no son ideas sin poder alguno.

Este científico japonés, tras años de investigación, demostró que las emociones y los pensamientos humanos pueden alterar la estructura molecular del agua. Son dignas de ver las fotografías que presentó como prueba, y que estuvieron expuestas en el Metro de Japón. Con su trabajo, ha dejado evidencia física de cómo los pensamientos influyen en nosotros y en todo lo que nos rodea.

Sometió a las moléculas de agua a multitud de pruebas. Obtuvo hermosas estructuras cristalinas diciéndole al agua palabras como Amor o Gratitud, poniéndole música clásica, pidiéndole a un monje que recitase una plegaria, ... También comprobó que obtenía estructuras borrosas y turbias cuando le decía al agua “Me enfermas, te voy a matar”, por poner un ejemplo.

No hay duda. Tus pensamientos tienen poder. Es normal si pensamos que, después de todo, No Somos Sólidos. Si no hay materia, no hay fronteras. Nuestros pensamientos se propagan como ondas a través del aire y no hay manera de evitarlo. También influyen sobre tu cuerpo, tu salud, tus relaciones, tus logros y tus fracasos… 60.000 emisiones llenas de Poder cada día.

  Este artículo pertenece a una sección pensada para impulsar un cambio de conciencia. Todavía está en construcción.  El siguiente artículo hablará de los Sentimientos.
     Si quieres leer desde el principio, pincha este enlace: "Hay Otra Vida"
     De todos modos, te conviene leer acerca de los efectos de la Meditación.



NO SOMOS QUIENES CREEMOS SER.

 Cuando nacimos éramos perfectos, prácticamente limpios de cualquier idea sobre nosotros mismos, la vida y el mundo al que acabábamos de llegar. Todo era nuevo, sorprendente, y todos los días desde entonces fuimos acumulando información sobre las cosas, y almacenando experiencias. ¡Qué maravilla estar tan limpio y receptivo!

Allí estaba nuestra familia, cuidándonos y ocupándose de todas nuestras necesidades.

De ellos aprendimos casi todo lo necesario para sobrevivir y para vivir. Pero también cosas negativas que nos han marcado de por vida y que dicen mucho sobre nuestra forma de afrontar ahora cada día.

Y es que cuando somos niños nuestra mente es como una grabadora, sobre todo hasta los seis años de edad.

De pequeños nos creemos todo lo que oímos decir a los adultos, sobre nosotros mismos y sobre el mundo en general. Como no tenemos criterio propio al ser tan pequeños, damos por cierto todo lo que oímos y nos lo creemos al dedillo.

Oímos a nuestros padres, hermanos mayores, abuelos y profesores infinidad de cosas buenas. Pero también recibimos mensajes muy negativos que haremos propios, y que condicionaran nuestro futuro.

Por ejemplo, si un niño oye decir a sus padres que la vida es dura y que hay que trabajar mucho para conseguir llegar a fin de mes, el pequeño creerá que esa es una verdad indiscutible. De adulto, si no cambia conscientemente ese pensamiento, seguirá creyendo lo mismo, y casi seguro que se verá repitiendo las mismas palabras y creyéndolas ideas propias.

Si el niño oye a sus padres decir que los ricos no son gente honrada, eso creerá con bastante seguridad cuando se haga mayor. Y el adulto, inconscientemente, no querrá ser rico para no ser alguien despreciable.

También están los mensajes que oímos sobre nosotros mismos. Si oyes decir a tu padre que eres muy torpe, desordenado, que pareces tonto, que deberías ser el mejor de la clase para que tus padres estén orgullosos de ti, o que si no estudias no llegarás a nada en la vida. O que una mujer que no se casa y tiene hijos no vale nada, ¿Qué pensamientos crees que vas a tener de adulto?

Tu mente ha grabado esas ideas y se convierten en tu forma de pensar. Si ellos, a los que querías imitar, pensaban así, no podían estar equivocados.

Aunque muchos conceptos sí los has ido cambiando a lo largo de tu vida, muchos otros no.

En el caso anterior, esa persona crecerá pensando que es torpe, desordenada, tonta, que nadie le va a querer sino triunfa, y que no puede tener un buen trabajo porque no ha completado sus estudios, por ejemplo.

Y que sepas, ya te lo explicaré con detalle, que lo que piensas de ti mismo y de la vida da como resultado lo que ahora eres, sientes, tienes y vives.

Piénsalo bien. Escribe una lista de las cosas que piensas de ti mismo y del mundo. Luego intenta recordar si de pequeño alguien de tu entorno te dijo que eras así, o que la vida era de esa manera. Descubrirás que la mayoría de tus pensamientos y creencias son heredados.

Nuestros pensamientos son objetos poderosos que traen como resultado la vida que vivimos. Son importantes imanes y no sólo ideas.

¡No somos quienes creemos ser! Al menos en parte. En realidad es lo que nos han dicho que somos, no la verdad. Y sólo era el modo de vernos y de ver la vida de nuestros educadores.

No lo hicieron por mal, casi con total seguridad. Ellos también fueron niños y grabaron esos mensajes en su mente según la opinión de los adultos que les rodeaban.

Piensa incluso en el modo en el que te enfrentas a tus problemas. Ahora que has leído esto recuerda lo que hace o hacía tu madre cuando se presentaba un problema. ¿Le daba una gran importancia, se deprimía y decía que la vida era horrible o culpaba a los demás?

¿Y tu padre? ¿Bebía, se ponía violento o chillaba a todos?

¿Qué haces tú cuando te sientes mal?

Sólo son ejemplos, y no tiene porque ser tu caso. Pero… ¿Cómo reaccionas tú ante los problemas que aparecen o tienes en tu vida?

Entiende que hemos APRENDIDO a vernos y a ver las cosas como nos han enseñado. Ya habrás comprendido de dónde salen muchos de tus pensamientos y creencias.

Pero la buena noticia es que sólo son IDEAS. Y las ideas se pueden cambiar y transformar tu vida para siempre.

Piensa en todo esto. Lo primero es empezar a observar tus pensamientos y buscarles un origen. Entonces sabrás que ese conjunto de creencias no eres tú.

Tú eres mucho más que eso, y con tu mente podrás transformar toda tu existencia.

¿No te sientes ahora un poco menos culpable de verte así y más libre para cambiar? Comentame lo que piensas sobre este tema, tienes un espacio al final de la página.

 

Superar La Depresión. Primeros Pasos

Queremos superar la depresión, y sabemos que no es fácil. Esta enfermedad afecta en el mundo a unos 345 millones de personas. Los que la hemos sufrido, sabemos que superar la depresión se convierte en el mayor deseo de nuestra vida. En cambio, normalmente no sabemos ni por donde empezar. Pero SÍ se puede lograr.


Es mejor hacer un paréntesis - justo después del artículo "Salir del Infierno"-, para comenzar a trabajar en nuestro objetivo de superar la depresión y no volver a caer en ella. En mis artículos voy a contarte cosas que te llevarán a un cambio más profundo y duradero, pero comencemos ya mismo a conseguir superar la depresión.

Muchos de estos consejos te producirán rechazo. Es normal. Tenemos una resistencia natural a cambiar, sobre todo cuando estamos mal. Pero tú ya has dado el primer paso para superar la depresión: buscar ayuda. Y ahora la cuestión es: ¿Estamos dispuestos a esforzarnos para superar la depresión y ser felices?

Escoge al menos un par de estas propuestas y añade el resto poco a poco. Cualquiera de ellas tendrá un gran efecto en tu vida.

1) CONTROLA TUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS. Es lo más importante para empezar a superar la depresión. Debes de saber que los pensamientos son como imanes.

 Piensa en algo que te de asco, por ejemplo una comida. Cierra los ojos y piensa en su sabor. “Vive” su sabor… ¿No lo sientes en todo tu ser? Si mantienes ese pensamiento un tiempo, sentirás ganas de vomitar. Incluso, si cada vez piensas más en ello, no puedes quitártelo de la cabeza.

Lo mismo ocurre con los pensamientos negativos. Un pensamiento negativo atrae más y más pensamientos negativos. Y al revés, los positivos atraen más del mismo tipo. Siempre es así.

Un libro que me ayudó mucho a comprenderlo y a superar la depresión fue “El arte de amargarse la vida” de Paul Watzlawick, quien a través de simpáticos ejemplos nos enseña como tras un primer pensamiento negativo, al dejarlo crecer, aumenta hasta que acaba afectando a nuestras vidas.

Para empezar a superar la depresión, DETÉN TUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS tan pronto aparezcan y sustitúyelos por otros positivos. Si piensas “me siento fatal” una y otra vez... Así que sustitúyelo por “Cada día me siento mejor”, por ejemplo. Ese IMÁN traerá más pensamientos positivos y cada día te sentirás mejor”. Pronto será fácil.


Lee este artículo, que lo explica mejor, pinchando aquí: EL PODER DE TUS PENSAMIENTOS

2) CUIDA TU ASPECTO. Nadie puede sentirse bien si se mira al espejo y está hecho un adefesio. Cuando estamos mal descuidamos nuestro aspecto. ¡Ponte guapo! Aunque te cueste, pronto te sentirás más animado.

       3) SAL DE CASA. Aunque no te apetezca nada. Empieza por salir veinte minutos, y auméntalos cada día. Estar metido en casa sólo consigue que no dejes de pensar en tus problemas. ¡Al volver a casa te sentirás mejor!

4) ORDEN Y LIMPIEZA. Limpia tu casa, tira cosas viejas e inservibles. El orden hará que tu cabeza también esté más ordenada.

5) ALÉJATE DE PERSONAS Y LUGARES que te hagan sentir mal.  No es el momento. Ahora lo importante eres tú.

6) COSAS QUE TE PONGAN DE BUEN HUMOR. Nada de noticias, películas ni libros que te pongan triste. Sólo cosas que te hagan reír. Hay quien asegura haberse curado de una enfermedad mortal viendo películas de los hermanos Marx, como por ejemplo Norman Cousins, primer editor del “The Saturday Review”. ¡Imagínate lo que puede hacer por ti! Te ayudará leer el artículo sobre los beneficios de la risa para tu salud y la depresión: RISOTERAPIA

7) AGRADECE lo bueno que hay en tu vida. ¿Qué no hay nada? Tus ojos te permiten leer esto. Puedes caminar. Puedes… Haz una lista, y cada día añade al menos una cosa por la que estar agradecido. Ni te imaginas lo que esto puede cambiar tu vida.

8) LOS ANIMALES DOMÉSTICOS. Si puedes y te gustan, ni te lo pienses. Está demostrado que ayudan mucho a superar la depresión. Dan todo sin esperar nada a cambio. Son todo Amor.

9) RESPIRACIÓN, RELAJACIÓN, YOGA Y VISUALIZACIÓN. Te ayudarán mucho a superar la depresión, dominar la mente, vencer el insomnio y relajarte. Lee los artículos relacionados.

                                            ... SIGUIENTE PÁGINA