MEDITACION

Los orígenes de la meditación se pierden en el tiempo. Hay quien asegura que unas estatuillas encontradas en la India sobre el año 3000 a. C. están en posición de meditación. De todos modos se trata de una práctica milenaria que se originó en la India y que con el paso de los siglos llegó hasta nosotros.
 
Es importante destacar que la meditación carece de contenidos sectarios, religiosos o ideológicos; aunque es el corazón mismo del Yoga, el Budismo, el Sufismo… Hoy en día, la meditación presenta un amplio abanico de técnicas, que permite al hombre occidental acercarse a ella por motivos diferentes, adaptándose a su estilo de vida y personalidad.

La meditación es una necesidad psicológica del ser humano; meditamos inconscientemente muchas veces, y tenemos nuestros propios actos de meditación (pescar, calcetar, hacer puzzles…). Pero estos momentos sólo pueden brindarnos pequeños intervalos de paz. Para lograr un efecto duradero podemos entrenar la mente en la meditación.

Cualquier persona puede aprender las técnicas de meditación y ponerlas en práctica. Y es ahí, en la práctica, donde aprendemos a meditar. Del mismo modo que ejercitamos el cuerpo, con la meditación ejercitamos la mente (tan importante o más que la gimnasia corporal). Y es que la mente, al igual que el cuerpo, acumula desechos: frustraciones, pensamientos negativos, perjuicios, manías, vivencias negativas…

La meditación es una práctica que nos permite observar la mente. Ya desde los primeros días, esa observación de la mente nos permitirá ver la enorme cantidad de actividad y pensamientos que hay en ella. Y descubriremos, con asombro, lo poco que vivimos el momento presente.

La mente puede hacer insoportable tu vida, o liberarte por completo. En ella está la clave, la llave del bienestar. Si persistimos en la práctica de la meditación, descubriremos todo lo engañoso que cruza por nuestras mentes, y con el tiempo cambiará nuestra manera de pensar. Eso es debido a que dejaremos de identificarnos con nuestros pensamientos y emociones.
 
Y eso se debe a que observaremos a esos pensamientos como testigos, como simples espectadores… y perderán para siempre el enorme poder que tienen sobre nosotros y nuestras vidas. Progresivamente surgirá una mente nueva, que nos permitirá ver la vida desde una perspectiva bien distinta, libres de prejuicios, hábitos y viejas heridas.

La meditación nos enseña a enfocarnos en el momento presente, esa es uno de sus mayores beneficios. Es una fuente de salud mental, de equilibrio, serenidad y ecuanimidad. Meditar es el modo de trabajar la mente para alcanzar un estado superior de la misma.

Se dice que la meditación puede llevar al que la practica a alcanzar otros planos de Conciencia, hasta que desaparece la identificación con el cuerpo y con la mente, y se alcanza una fusión con el Universo o lo Divino.
  
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       LA MEDITACION

       CÓMO MEDITAR



        
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