Los chakras son los centros energéticos de nuestro Ser. Rigen todos los aspectos del ser humano, y son la clave de nuestra salud física y mental.
Los chakras – “círculos” o “ruedas” en sánscrito- son centros sutiles de energía situados en el cuerpo astral. A pesar de que la mayoría de las personas no los vemos, los chakras influyen en nuestra salud, pensamientos, emociones y estados de ánimo. Son los encargados de generar, transformar y distribuir la energía en todo nuestro organismo.
Los yoguis afirman que existen unos 107 chakras, de los cuales 7 son los principales. Cuando los chakras están “abiertos” y la energía fluye libremente, todos los aspectos del ser humano –físico, mental, emocional y espiritual- se sanan y equilibran, se disuelven los “nudos” que encadenan nuestras almas al sufrimiento y la energía vital nos inunda.
Además a cada uno de los chakras le corresponde un estado de conciencia. Así, a medida que se van activando, nos conducirán progresivamente a distintos estados de elevación espiritual. Los tres primeros chakras o “inferiores” controlan principalmente las necesidades básicas de la vida y del cuerpo. Los otro cuatro chakras o “superiores” trabajan más las necesidades espirituales y nos abren a la conciencia universal.
Tal y como expresó Yogui Bhajan, quien acercó el Kundalini yoga a Occidente, los antiguos sabios descubrieron que la vida del ser humano está basada completamente en los chakras. Los seis primeros chakras están situados a lo largo de la columna vertebral (en realidad en el denominado nadi sushuma, principal canal astral de energía) y el séptimo en la parte superior de la cabeza.
Cerca de un 90% de nuestra energía potencial permanece dormida, en estado latente y esperando ser despertada. A esa energía cósmica se le denomina Kundalini. Toda la ciencia y prácticas del Yoga están orientadas a despertar la kundalini, ubicada en la base de la columna vertebral (muladhara chakra) y que se suele representar como una serpiente enroscada.
Si se despierta la kundalini por medio de distintas prácticas, y se impulsa hacia arriba a través de los distintos chakras hasta llegar al que está en la coronilla (sahasrara chakra), se alcanza el Samadhi o nivel de conciencia supremo. A medida que la kundalini va recorriendo Los 7
Chakras, se viven distintos estados de conciencia, con sus sentimientos, despertares y alegrías correspondientes.
La persona que tiene los chakras “bloqueados”, vive encerrada en sí misma de algún modo, y se ve a sí misma y al mundo exterior desde una perspectiva pobre y limitada. Cuando sufrimos alguna enfermedad, obsesión, estado emocional o mental desagradable, dependencia… es importante descubrir qué chakra o chakras están relacionados con esa carencia.
Por esto y todo lo dicho anteriormente, conocer los chakras en profundidad, localizar los bloqueos, abrirlos y armonizarlos para que funcionen correctamente… es lo mejor que podemos hacer por nosotros, y beneficiará a todos los ámbitos de la vida. El estudio de Los 7 Chakras y su armonización sólo puede traernos sabiduría y bendiciones, salud y paz mental.
Además, comprender y “trabajar” los chakras nos permite conocernos realmente, algo tan necesario como poco habitual. La potente energía encerrada en los chakras, una vez activada y dirigida correctamente, mejorará aspectos de nuestra vida tan importantes como el amor, la sexualidad, la comunicación con los demás, y los éxitos o logros personales.