DOLOR DE CABEZA ¿MIGRAÑA O CEFALEA TENSIONAL? (2)

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MIGRAÑA
      La migraña es un dolor de cabeza muy intenso e incapacitante, que aparece de forma brusca.

     El término “migraña” procede del griego, y significa literalmente “medio cráneo” o “un lado de la cabeza”. Las personas que sufren migraña dicen que el dolor “palpita” o vibra en un área determinada, como pulsaciones en un lado (raramente puede ser en ambos lados), en las sienes o detrás de los ojos. Puede ocurrir que el dolor alterne de un lado a otro de la cabeza.

     Durante un ataque de migraña son habituales náuseas, vómitos, fotofobia (intolerancia a la luz), fonofobia (intolerancia o hipersensibilidad al sonido), y a menudo el dolor empeora cuando el paciente se mueve. Tanto los síntomas como la duración de la jaqueca dependen del paciente y del ataque. Lo habitual es que se produzcan una o dos veces al mes, aunque tanto pueden ocurrir una vez al año como ser semanales.

     La migraña es una enfermedad de tipo neurológico. Al parecer, el motivo de un dolor tan severo, es que la provoca la vasodilatación de las arterias. Aunque la medicina actual empieza a creer que la causa de la migraña puede estar en los genes que controlan el funcionamiento de determinadas células cerebrales.

     Algunas veces la migraña puede “avisar” por una serie de síntomas, como trastornos de la visión – destellos luminosos, pérdida temporal de la visión, líneas en zigzag-, o del habla. Este tipo es la llamada migraña con aura. También el algunas personas la migraña puede producir una impresión de irrealidad, de que las cosas no son cómo deberían.

     Posibles causas: Las causas de la migraña no se conocen con exactitud, y se estudia un posible origen hereditario. El estilo de vida actual y el estrés, así como la alimentación y determinados factores ambientales pueden producirla. Tal y como hemos visto con la cefalea tensional, conviene llevar un diario para intentar localizar el factor o factores desencadenantes.

     Determinados alimentos (ahumados, quesos fuertes, café…), los cambios en los horarios de la comida o del sueño, el ayuno, el tabaco, dormir poco o en exceso, el estrés y la ansiedad; ruidos, luces u olores intensos; alergias, estados hormonales (tres de cada cuatro pacientes son mujeres: menstruación, menopausia, consumo de anticonceptivos); factores climatológicos (viento, frío, tormentas…).

     Tratamiento: Es conveniente tratar la migraña desde tres frentes: investigar de los factores desencadenantes y eliminarlos, alivio de los síntomas, y a menudo, medicación preventiva.

     Cuando se trata de un ataque leve, suele ser suficiente el uso de algún analgésico o antiinflamatorio: paracetamol, aspirina, ibuprofeno… acompañado de algún medicamento para paliar náuseas o vómitos.

     Si el dolor es severo, se suelen recetar triptanes (como el Sumatriptan o el Almotriptan), que si bien son efectivos suelen producir efectos secundarios (mareos, hormigueo, molestias en el pecho…), y que no sirven para personas con hipertensión o problemas vasculares. En los ataques más intensos de migraña, se suelen recetar corticoides, e incluso sedantes.

     Sea cual sea la intensidad de la migraña, los médicos siempre aconsejan silencio, oscuridad y descanso. A modo de prevención se recomienda el ejercicio al aire libre y el uso de técnicas y ejercicios para aliviar el estrés.

     También hay que señalar (aunque sea un pobre consuelo), que los ataques de migraña suelen disminuir con la edad.