La romántica Brujas, con sus paseos en calesa, a trote de caballo, o en barca por sus canales, es la ciudad perfecta para los enamorados.
Cuando hace años visité Brujas… decidí que algún día regresaría con el amor de mi vida. Pocos lugares provocan tantos suspiros como esta romántica ciudad, sembrada por los numerosos puentes que le han dado su nombre – Brujas procede de “Brug” que significa puente-, y los exquisitos canales que la han llevado a ser conocida como la “Venecia del Norte”.
Pero Brujas es mucho más, y su increíble belleza te hará creer que estás dentro de uno de aquellos cuentos de Hadas que te hacían soñar de niño. Las parejas de cisnes, símbolos del amor para toda la vida, pasean elegantemente por los canales de Brujas y en el Lago del Amor, contribuyendo a crear esa atmósfera romántica que inunda el corazón de todos los que la visitan.
El medio de transporte más habitual de los habitantes de Brujas –menos de 120000- es la bicicleta. Es quizás parte del encanto del lugar, esa ausencia de coches que te permiten ambientarte en el pasado y empaparte de los mágicos sonidos del río y de las calesas. Con el trote de los caballos que recorren Brujas y la casi ausencia de coches como medio de transporte, tendrás la impresión de estar viviendo en otra época.
Y desde luego, recorrer en calesa la ciudad medieval mejor conservada del continente, disfrutando del esplendor y el encanto de la que fue una de las ciudades más ricas de Europa… es una experiencia romántica única e inolvidable. Desde los paseos por los canales los enamorado disfrutan de Brujas desde otra mágica perspectiva, y ese se convertirá en un recuerdo inolvidable para toda la vida.
Mientras paseas a pie por sus calles, descubrirás el romanticismo latente en cada rincón de esta entrañable ciudad belga. Lo mejor es comenzar nuestro paseo por Brujas desde la Plaza Mayor (Grote Markt), un tesoro medieval. Y en esta Plaza descubrirás el edificio más adorado de Brujas: el Campanario Gótico, una torre de 83 metros desde la que disfrutarás de unas impresionantes vistas de la ciudad.
La impresión de estar viviendo en otra época te invadirá por completo en Brujas, ciudad que parece haber resistido los embates del tiempo y mantiene toda su encantadora pureza. La Plaza Burg es una hermosa fortaleza histórica que se encuentra rodeada de varios edificios históricos, entre los que destaca su Ayuntamiento de Brujas, una joya de estilo gótico y uno de los ayuntamientos más antiguos de los Paises Bajos.
A orillas del río que rodea Brujas, podrás disfrutar a trote de caballos de la visión de sus antiguos y numerosos molinos de viento medievales mientras compartes de un idílico paseo.
Y por la noche… Brujas se vuelve especialmente mágica, envuelta en luces multicolores que resaltan la belleza de sus edificios y canales. Si vives una historia de amor, Brujas unirá todavía más vuestros corazones con el recuerdo de unos días inolvidables.