Nada hay comparable a disfrutar de un día en Ámsterdam, admirándola desde los barcos que circulan por sus serpenteantes canales mientras disfrutas de la visión de sus casas flotantes, la mayoría del siglo XVIII. Incluso puedes ver Ámsterdam desde el agua sin gastar dinero, tomando uno de los ferris gratuitos que parten de las cercanías de la estación central.
¿Te apetece recorrer los canales de un modo diferente? También puedes desplazarte por los canales de Ámsterdam en hidropedal, algo que podrás alquilar fácilmente en cuatro puntos distintos de la ciudad. Pero el medio de transporte más utilizado en Ámsterdam -y el mejor medio para conocer la ciudad- es la bicicleta, que también puedes alquilar por todas partes. O elegir su servicio de tranvías…
Ámsterdam ofrece mucho más que el Distrito Rojo y los Coffe Shops. Posee Museos de alta calidad y algunas de las mejores colecciones del mundo. El más famoso museo de Ámsterdam es el Van Gogh, con la mejor colección de obras del pintor, pero también destaca el Rijksmuseum con obras de Rembrandt, la casa de Ana Frank, el Stedelijk… y porque no, hasta el museo de Heineken y su fábrica.
Ámsterdam también destaca por sus impresionantes parques y jardines. Su parque más grande y famoso es el “Vondelpark”. Te permitirá descansar antes de conocer algunos de sus Edificios Medievales que todavía permanecen en pie en Ámsterdam, como es la Oude Kerk (una hermosa iglesia con un campanario en forma octogonal) o la Houten Huis (“casa de madera”).
La vida nocturna de Ámsterdam es espectacular. Te conviene hacer un recorrido o “tour” por sus numerosos bares. En Leidseplein encontrarás estupendos restaurantes, clubs, “cafés marrones” (cafés tradicionales holandeses) y teatros. En Rembrandtplein encontrarás pubs holandeses que tienen conciertos de su música tradicional. O el más famoso barrio de Ámsterdam, el Barrio Rojo, con sus “escaparates” y prostitución legalizada.
Seguro.
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