Cómo Superé El Insomnio

¡Hola a todos! Mi nombre es Ricardo Prieto y quiero contaros de qué modo tan extraño conseguí vencer el Insomnio.

Cuando era niño, mis padres se tuvieron que marchar a Alemania a trabajar porque un tío de mi madre les ofreció un buen contrato. Yo tendría unos 5 años cuando se marcharon y me dejaron con mi abuela. Mis padres venían cuando podían, como mucho un par de veces al año. Eso sí, mi madre me escribía todas las semanas, y yo le contestaba con la ayuda de mi abuela.

El caso es que estuvieron en el extranjero casi once años, para poder volverse con una buena pensión. Yo estaba bien aunque les echaba de menos, pero cuando tenía 8 ó 9 años, empecé a tener unas pesadillas espantosas de que se morían en un accidente y no les vería más. Como era casi todas las noches, empecé a tener miedo a dormirme y pasé muchas noches en blanco.

Mi abuela me daba infusiones y rezaba mucho, pero no valía para nada. Me llevó al médico, que me dio un jarabe que funcionó los primeros días pero que después ya no me sirvió. Como no quería preocupar a mis padres pero ella estaba muy agobiada, mi abuela se lo comentó a una vecina, que le dijo que yo fuese a verla a su casa.

La mujer me dijo que ella sabía cómo se curaba el insomnio, pero que tenía que hacerle caso. Y que si no me funcionaba la primera noche no me preocupase, que funcionaría pronto.

Me preguntó: “¿Tú sabes cómo son tus pies?” Yo pensé que estaba loca o que se estaba riendo de mi.

- ¡Claro que lo sé, señora!- me ponía muy nervioso hablar de mis problemas con aquella mujer.

Pues cuando te metas en la cama, vas a hacer lo siguiente: Cierra los ojos y respira profundo varias veces. Cuando estés tranquilo, “pon tu cabeza en la planta de los pies”, es decir, imagínatelos como si los estuvieras viendo. Si puedes, incluso siéntelos.

Primero piensa y siente la planta del pie derecho, imaginándotela bien, como si la tuvieras delante. Recorre cada dedo por debajo, uno a uno. Sigue con la zona en la que se unen los dedos a la parte más gordita, después el puente del pie, luego recorre todo el talón muy despacio… Fíjate en cada arruga, pliegue o dureza. Y luego pasa a la parte superior, a los dedos con sus uñas -uno a uno-, el empeine, el tobillo… Y luego pasa al pie izquierdo y repítelo todo.

¡MANO DE SANTO! La primera noche pensé que no valía para nada, pero me sentí muy relajado. Pero ya la segunda no llegué ni al pié izquierdo. Y así hasta hoy. Si en alguna época he empezado a tener problemas para dormir, pues he hecho lo mismo y sigue funcionando.

Bueno, quería compartirlo con todos los amigos de esta página porque sé que a mucha gente le ayudará a superar el insomnio, o al menos le ayudará.

Ricardo.



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